1 de septiembre de 2017

Perros que duermen

Título: Perros que duermen
Autor: Juan Madrid
Año: 2017
Idioma: español

Madrid, 2011. Juan Delforo, periodista y escritor, hijo de padres republicanos y con un pasado de militancia en la lucha antifascista, acude a un chalet de El Viso para recoger el legado de un hombre que no conoce y que acaba de morir. Se trata de Dimas Prado, un comisario, viejo falangista, que se relacionó en el pasado con los padres de Delforo y ha ejercido de protector en la sombra del joven disidente. Burgos, 1938. Dimas Prado es encargado de la investigación del espeluznante asesinato de una jovencísima prostituta a manos de un jerarca del bando nacional. La investigación, que tendrá por objeto borrar cualquier rastro del crimen, permitirá relanzar la carrera policial de Dimas Prado, que cuenta con la ayuda del siempre fiel Guillermo Borsa. Málaga, 1945. El padre del protagonista, Juan Delforo, militar republicano que lucho en la Defensa de Madrid, es detenido y condenado a muerte. Dimas Prado intercede por el a cambio de una información fundamental para su futura carrera política y le permite un encuentro con su mujer, Carmen Muñoz, a la que le unían lazos nunca revelados. ¿Por qué el viejo comisario quiso como última voluntad que Juan Delforo heredara su historia? ¿Puede un novelista contarlo todo...?

Estamos ante la novela que hizo al mismísimo Eduardo Mendoza (premio Cervantes 2017) casi perder un tren. Y es absolutamente cierto, según él, o eso asegura en la solapa de esta edición que tuve el placer de recibir en forma de regalo del buen amigo Raúl Góngora. A mí no me hizo perder nada; en todo caso, me mantuvo lejos de algún que otro baño playero, pero para alguien como yo, de secano, hasta puede ser secundario.

Me permitió sumergirme, eso sí, y poco lo hago a decir verdad, en el género de la novela negra, de la que Juan Madrid es un renombrado representante a día de hoy. La misma solapa nos recuerda que Manuel Vázquez Montalbán también dejó una de sus grandes frases en torno a ello: “Los autores de novela negra en España somos tan pocos, que Juan Madrid es uno de los dos”. Novela negra, enfundada en un halo de romanticismo, para poner sobre el tapete tres épocas diferentes de la historia de España, ambientes casi contradictorios y una trama que, finalmente, es única.

Es para Nono, con ganas de que le guste.
Un abrazo de Madrid. Salobreña, 14/06/2017
Y lo más importante, la narración con olores y sabores de la represión durante la postguerra a través del diario de Juan Delforo, el padre, desde su encarcelamiento, primero en el Penal del Puerto de Santa María y luego en trabajos forzados en Mohedas de la Jara. El romanticismo aparece en la crueldad y detalle de los personajes más oscuros, entre los que no puedo evitar destacar la figura de Guillermo Borsa.

Como el resumen de Casa del libro indica, la novela se mueve entre las aristas de la genética del régimen: el intercambio de favores y el tanto tienes, tanto vales. Los personajes son humanos casi en exceso, miserables, taimados e interesados. La trama es adictiva y la narración de Delforo es casi cinematográfica.

Perros que duermen te hace odiar la guerra, porque te ha permitido vivirla; te hace detestar el poder, porque te hace vivir dentro; te permite controlar las emociones, porque a cada paso se multiplican. Es uno de los dos; se llama Juan Madrid y su novela destila género negro, ideal para iniciados y no iniciados. 

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